Una discusión "como la gente"

"¡Esa sí que es una vida como la gente!" Exclamó el sentido común. 

El martes tuvimos la chance de charlar en clase sobre hegemonía, y la discusión presentó unos cuantos ejemplos interesantes, además de la posibilidad de que nosotrxs mismos pensáramos casos donde la hegemonía interviene en nuestrxs discursos sin siquiera darnos cuenta. En sólo cuestión de un par de horas se nos ocurrieron unos cuantos casos interesantes para discutir, pero este caso particular de hoy es uno de varios casos que simplemente no podíamos dejar pasar.

Planteo principal:

Hemos pensado durante décadas y décadas que una persona o un objeto es "como la gente" cuando está sujeto a un estándar de calidad o de valores determinados (intencionalmente, y en algún momento de nuestra historia como seres sociales, claro). Por ejemplo: podemos ser conscientes de que un mayor valor-precio de un bien o servicio no necesariamente hace superior su calidad, pero al final elegimos lo más caro, y encima tratamos de justificar nuestra decisión con "es un producto/servicio como la gente". Todo eso es hegemónico, y ha saturado nuestras mentes a tal punto de hacernos dudar y optar por una opción "naturalmente" "correcta".

Otras cositas:

El caso de la calidad de un bien económico es probablemente una forma más sencilla de ver esta cuestión, y también se vincula a lo que estuvimos pensando y reflexionando del fetichismo de Marx. Pero luego nos dimos cuenta que también sometemos a las personas a ese mismo juicio, a esa misma escala de "qué tan como la gente sos", escala fuertemente apoyada bajo los dictámenes del sentido común. La discusión en clase nos llevó a ver otra perspectiva de las cuestiones que siempre hemos discutido en otros ámbitos, nos ha llevado a ver que pese a que nos pongamos en contra de las diferencias sociales que el sistema nos impone explícitamente, una vez que la discusión termina el chip hegemónico se activa sin darnos cuenta y de repente nos sentimos más cómodos con un hombre de traje y maletín que con una persona con ropa deportiva (o que en un bondi nos lleguemos a sentir más cómodos o menos cómodos, y acá lxs atrapamos a ustedes también, porque se acaban de imaginar una situación y un perfil general de personas que no describimos en este ejemplo, pero que reflejan situaciones propias vividas). Porque a fin de cuentas el primer caso es "alguien como la gente" en este entramado hegemónico, entramado que lo terminamos pensando como un monstruo (Sebastian sugirió robarle a Hobbes el Leviatán para usarlo de ejemplo) que abarca todos los sectores de nuestras vidas, y que ciertamente hoy en día no podemos escapar completamente de él, especialmente si pretendemos vincularnos con la educación.

Y ahora volveremos a nuestras prácticas y valores "como la gente", pero este no será el único caso que queremos hablar, ¡así que estén atentxs a más!


PD: Seba también quiere recomendar un poco de música: La rubia tarada. 

"Es un tema interesante, que por más crítica que haga del sentido común de la Buenos Aires de la década de 1980, al final termina cayendo en su propio sentido común igualmente de hegemónico que el criticado. Y realmente me duele señalar esto (probablemente a Agus no le afecte en nada, algo que todavía me atormenta), porque Luca tenía una forma maravillosa de narrar la realidad y marcar problemas que hasta hoy en día persisten. Pero eso es lo aterrador (y lo bello) de la hegemonía: lo es todo en nuestras vidas. Perturbador, ¿verdad?"


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