La falsa alegría del "¡se viene el Mundial!"

Está bien que les guste vestir a sus mascotas, pero no le pongan la camiseta de la selección al gato, ché.

¡Qué hermoso, se acerca la época de la Copa Mundial! Opresores y oprimidos se unen bajo una misma bandera, bajo los mismos colores, bajo la misma pasión. Todos y todas están expectantes de la lista de convocados para la Selección Argentina, miles de familias se visten de celeste y blanco, algunas aprovechan y compran un televisor nuevo para ver los partidos, otras se conforman con el hecho de que no habrá que pagar para ver los partidos. ¡Todo parece tan bello en nuestra querida Argentina!

...excepto por el hecho de que también se viene una reforma laboral brutal.

Día a día vemos las cosas que suceden en el país, pero cuando nos ponemos a escribir elegimos temáticas más generales, con problemáticas más profundas e históricamente explicables. Sin embargo, esta vez nos vamos a meter de lleno en un tópico un poco más diferente.

La reciente escalada del dólar nos dejó con una gran preocupación, sin embargo parecía haber también una gran indiferencia al respecto. "El dólar no afecta a los precios" varias personas dijeron. Nuestro viejo amigo el sentido común regresó, y ahora mismo está centrado en una sola cosa: el Mundial. Nuestro sentido común quiere ver a la selección de fútbol ganar la copa, pase lo que pase, cueste lo que cueste. El flujo de información respecto a los peligros que acontecerían si dejamos que la pasión por el fútbol nos distraiga de lo que realmente va a suceder en la arena política y económica es muy amplio; sin embargo no podemos detener al sentido común, que ya se está lanzando de lleno a intentar pedir unos días libres en su laburo para poder ver los partidos, ignorando que una vez que termine todo probablemente deba trabajar muchísimo más. Si se nos permite robarle de todo contexto una frase al Indio Solari: "Ya no hay tiempo de lamentos, ¡ya no hay más!"

Qué curioso es que la canción relate cuestiones vinculadas al narcotráfico, y cómo nuestro tópico de hoy indirectamente se puede vincular con los negocios oscuros del fútbol.

La realidad es que estamos frente a un mamut. La reforma laboral va a avanzar sobre nosotros como el viejo Roca eléctrico cuando está atrasado y, dependiendo de qué tan contento el sentido común esté con los resultados de los partidos de nuestra selección, es probable que haya muchísima menos resistencia a la reforma de la que se podría esperar en otro momento del año. Así como un trabajo de relojería, los poderosos a cargo del mover el país están actuando con extrema precisión. Todo está pensado, todo está arreglado, todo está listo. Y lamentamos decirte que el poder real no está en la Casa de Gobierno, sino en las corporaciones. El verdadero gobierno neoliberal le pertenece a las grandes corporaciones, que son, casualmente, las dueñas de los medios masivos de comunicación.

Y como leímos por ahí: preparen los asientos y disfruten del show, nos van a cagar a goles.

Esta entrada cuenta con notas adicionales comentando una de las cuestiones aquí mencionadas: Nota 3.

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