"No tenemos opción" en las políticas educativas

En marzo de 2017, en plena lucha docente que el gobierno llevaba meses ignorando, cierto diario cabecera de cierto monopolio sacó una perlita del pensamiento educativo basado en la eficiencia: "Arrancaron juntos primer grado y uno le lleva al otro 2 cuadernos de ventaja". Porque para ellos la educación se mide en cantidad, y no en calidad o -ni hablemos- en significancia.

Luego de analizar las problemáticas relacionadas con el pueblo, los discursos, el poder y la política, era cuestión de tiempo antes de que volcáramos todos los conocimientos en el ámbito de la educación. Muchas cosas están pasando en nuestra actualidad; el país se paraliza por el mundial, el país se paraliza por las movilizaciones sociales y, si no brindamos suficiente atención al tema, pronto el país se paralizará por nuevas políticas educativas que pueden (y van a) deteriorar un sistema educativo que aún ha quedado baleado desde los años 90.

Es por ello que las palabras que iluminan hoy nuestro camino provienen de María Rosa Almandoz, quien hace más de una década escribió un artículo que, si no hubiera mencionado el detalle de hace más de una década, parecería haber sido escrito en los últimos dos años. Política y ética, justicia y libertad, son temas que Almandoz discute para llegar a la cuestión que nos interesa: la racionalidad instrumental, la racionalidad normativa y su posible aplicación en la forma de entender las políticas educativas. 

Ahora, ¿cómo podemos vincular esto con la afirmación de que los dichos de Almandoz parecen más actuales que nunca?

Nuestra formación docente machaca una y otra vez la importancia de realizar nuestra tarea teniendo en cuenta la significancia de los contenidos para las y los estudiantes. ¿Pero es eso lo que la administración actual quiere? La respuesta (no) les sorprenderá.

El reciente caso de la llamada UniCABA nos parece el mejor reflejo de esta cuestión. El último encuentro que tuvimos nos ofreció una mirada adicional interesante acerca de la arena de lucha política y la agenda del gobierno. El proyecto de reforma de la educación superior y su traslación hacia una educación de tipo universitaria claramente llegó a la agenda del gobierno en cuestión de meses, con una prioridad casi sorprendente y con un criterio que, retomando a Almandoz, claramente refleja una mirada instrumental, centrada en la eficiencia y en los números puros. Esta mirada, a diferencia de una mirada centrada en la normativa y la justicia, considera que 29 profesorados en la Capital Federal son demasiados, que son poco eficientes, y que se necesita simplificar la forma de abordar la educación superior creando una única universidad donde todos y todas puedan acceder. Si tan sólo fuera tan benevolente como lo quieren hacer parecer...

La realidad es que la reforma educativa en CABA va a poner la educación superior a disposición del mercado, al igual que ya sucedió en nuestra provincia en 1993; a disposición de un mercado que ya lleva años intentando socavar en el sentido común un discurso (o mejor dicho, mito) con intereses particulares sobre la educación universitaria ("¿Qué es esto de universidades por todos lados?") y con un claro enfoque de ataque hacia la crisis de la educación secundaria y superior, y cómo arreglarla (recordemos que, al ser comprobable una parte de este mito, automáticamente se convierte en verdad justificada, y en este caso, el enfoque eficiente se propulsa como "la solución"; como si fuera la llave de todos nuestros problemas educativos). La mirada de una educación orientada a lo que es justo; a brindar la mejor comunicación y las mayores posibilidades de acceso está bajo fuerte fuego de artillería pesada, y el sentido común se llena de discursos míticos como el del diario Clarín y los cuadernos de ventaja (suena como un título de una entrada en este blog) porque, y en este detalle Almandoz "la clavó en el ángulo", la lógica operante es que no existe otra opción. ¿Les suena a que lo escucharon en alguna parte? 

Lo importante es no perder de vista las políticas educativas, no perder de vista las palabras de Almandoz al describir una situación de hace 25 años atrás. Porque en diciembre van a cerrar los profesorados de CABA, pero que no les quede duda alguna que luego van a venir a por nosotres en el conurbano, con sus discursos de eficiencia y economía contable como si fuera el manejo de una empresa.

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