Un título genérico sobre política y poder


Escuchan al señor
al que les clava el puñal por la espalda
sin moverse de su casa, le dimos el poder.
Le piden al señor
que cambie de la noche a la mañana
si hasta al padre de la patria, tuvieron que correr.
-No Te Va Gustar, "Padre de la Patria" 
(Este fuerte viento que sopla, 2002)


Habiendo ya recapitulado algunos conceptos que trabajamos hasta este momento, ahora nos gustaría adentrarnos en otras discusiones (bastante enriquecedoras, por cierto) que hemos presenciado; esta vez relacionadas con la política y el poder. Las palabras de Enrique Dussel iluminan hoy nuestro camino: muchas veces se cree (negativamente) que la política es un oficio para gente que quiere enriquecerse o sacar provecho de ella. Nos olvidamos de que la política es un noble oficio de todo ser humano, y nos encantaría traer a colación unas cuestiones ya discutidas en clase y que nos llamaron la atención.

El poder es y será del pueblo, y es algo que habitualmente olvidamos, por más que intentemos estar conscientes de ello. Desde los primeros momentos donde los actores elegidos para representar el pueblo y aceptar la delegación de poder que les otorgaron comenzaron a creer que ellos mismos eran la sede del poder, un discurso ha circulado en nuestro viejo amigo el sentido común: se ha llegado a creer que nosotras y nosotros somos quienes le debemos al Estado y sus actores que nos representan, que le debemos obediencia, que no podemos cuestionar sus acciones. Cuando la realidad es todo lo contrario, y nuestro querido Dussel es muy claro al respecto.

Ahora, la canción elegida para representar la línea de esta entrada tiene frases interesantes que nos permiten cuestionar el entorno político y la cuestión del poder: como al principio, que menciona "Dije pelear por el mundo, pero me equivoqué", o "hay mucha gente que piensa lo mismo, pensé que yo era distinto, pero me equivoqué". Lejos del propósito original del tema (que ciertamente es político, no olvidemos eso), esos dos fragmentos sirven de ejemplo a nuestro planteo del discurso mencionado en el párrafo anterior; un discurso "general" de aceptar que pelear por el mundo no es lo nuestro, indirectamente subordinándonos a intereses ajenos del pueblo; es como mencionar que el poder que el pueblo delegó se perdió, fue debilitado por agentes externos que ahora le dan más poder a aquellos que fueron elegidos por el pueblo.

Este proceso, donde como dice Dussel la política se corrompe -prácticamente- de pies a cabeza (desde los elegidos como representantes hasta el pueblo mismo que calla, ese pueblo que falta podríamos decir), ha estado tan intrínsecamente relacionado con el accionar del mundo, que pedir "que cambie de la noche a la mañana" sería una locura. Pero la idea no es callar y mirar cómo "Están viviendo unos tan precariamente mientras que otros se divierten mirándolos caer", tal como lo comunica el tema. No. Nuestro objetivo es llevar esas discusiones, esos planteos que también nos han hecho, poder recuperar lo que es nuestro, y hacerlo eventualmente. Pero no será una tarea fácil. 

Mientras tanto, tenemos estas enriquecedoras experiencias para contar.

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